El aire que respiramos: Nuestra red de sensores muestra cómo el sector industrial aún está contaminando el aire de Cicero

El aire que respiramos: Nuestra red de sensores muestra cómo el sector industrial aún está contaminando el aire de Cicero

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Judith Landeros tiene 35 años y ha vivido en Cicero prácticamente toda su vida. Las estaciones de ferrocarril, fábricas y almacenes de Cicero —con nombres como Kropp Forge, Corey Steel y Koppers— existen desde hace tanto tiempo que parecen fundirse con el paisaje. Al crecer, no le ponía demasiada atención a las plantas metalúrgicas y la maquinaria pesada que se encuentran por toda la avenida Laramie.

Todo eso cambió hace tres años, cuando Amazon se instaló en un terreno baldío y construyó dos centros de distribución de “última milla”, que ocupan en total 1 millón de pies cuadrados, uibcados a sólo una cuadra de la casa de Landeros, lo que provocó la ira de los ecologistas y de los residentes, quienes se preguntaban por qué Amazon había recibido millones de dólares de la ciudad en financiación por incremento de impuestos a cambio de la promesa de unos cientos puestos de trabajo.

Si bien la contaminación ambiental no es nueva en Cicero, dicen los residentes, está empezando a empeorar. Las mañanas en la ciudad son “polvorientas”, como las describe Landeros, y en los veranos parece que “no se puede ver”.

“Aquí en Cicero nunca hablamos de cosas como la calidad del aire o del medio ambiente”, dijo Landeros la primavera pasada, sentada en el porche de su casa. “Somos conscientes de estas cosas, pero no tenemos datos o hechos concretos para hablar al respecto”.

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Judith Landeros sentada fuera de su casa en Cicero, Illinois, el 11 de abril de 2023. Landeros ha vivido en Cicero durante casi toda su vida y dice que los veranos aquí se siente como "no se puede ver realmente." (Richie Requena para Cicero Independiente)

Por primera vez, un análisis de la calidad del aire de Cicero que forma parte de un proyecto de un año de duración con sensores instalados y controlados por Cicero Independiente y MuckRock, muestra el alcance de la contaminación ambiental que se registra diariamente en la ciudad.

La mala calidad del aire y la contaminación han sido un problema persistente en Cicero y el vecino barrio de La Villita durante décadas; los expertos lo atribuyen a la historia centenaria de industria pesada de Cicero, a su densidad residencial y a la falta de parques y árboles. Pero las lecturas de nuestros sensores, instalados y registrados por primera vez en abril de 2023 y rastreados cada día desde entonces, muestran que la calidad del aire de Cicero es considerablemente peor que la de lugares con otros corredores industriales concurridos de Chicago, como son la parte baja del lado oeste (Lower West Side) y Navy Pier.

Los efectos que tiene para la salud vivir en un lugar con una calidad del aire sin duda mala, pueden ser devastadores y extenderse de generación en generación. Las emisiones de los trenes, camiones y máquinas de gas y diésel incluyen contaminantes nocivos: compuestos orgánicos volátiles o VOM (por sus siglas en inglés), que incluyen compuestos cancerígenos, como el benceno, de olor ligeramente dulce, que se ha relacionado con el cáncer de sangre y la leucemia, y el naftaleno, un insecticida utilizado en las bolas de naftalina. Además del carbono negro, un subconjunto especialmente peligroso de partículas finas que contribuye al calentamiento global.

Según un estudio de Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) publicado en 2014, las viviendas de dos plantas ubicadas al norte de la estación ferroviaria de Burlington Northern Santa Fe (BNSF) presentan niveles de carbono negro entre un 30% y un 104% por encima de los niveles habituales.

En un estudio tras otro, se ha comprobado que estos contaminantes aumentan el riesgo y agravan los casos de cáncer, Alzheimer, asma y cardiopatías, según Marynia Kolak, geógrafa médica de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign que dirigió un proyecto de cartografía de la calidad del aire en la ciudad de Chicago.

Los datos muestran que en los días en los que hay más humo, Cicero es más propenso a los picos de partículas PM₂₅ también conocidas como de hollín y carbono negro, que otros barrios. Aunque Cicero rara vez supera las normas federales de la Ley de Aire Limpio para la calidad del aire, los datos muestran lo malo que el aire puede ser. El carbono negro es un contaminante común de las emisiones diésel y tanto la estación ferroviaria de BNSF como las instalaciones de Amazon son grandes “en términos del número de camiones que pasan por sus puertas” y la cantidad de emisiones que producen, señaló Jesse McGrath, científico medioambiental que como parte del estudio de la EPA publicado en 2014, analizó la contaminación de la estación ferroviaria. En términos de hollín diésel total producido, la estación ferroviaria de Cicero se encuentra en el lugar número 4 de 26 estaciones ferroviarias en el condado de Cook, según los datos de los análisis de toxinas en el aire (AirToxScreen) de la EPA que se publicaron en 2019.

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Sanjin Ibrahimovic, miembro de MuckRock Open Source, instala un sensor PurpleAir frente a la casa de Judith Landeros en abril de 2023. (Richie Requena para Cicero Independiente)

En 2021, el año más reciente en el que la EPA de Illinois ha publicado datos sobre la contaminación ambiental en todo el estado, Cicero infringió el nivel límite de contaminación del ozono en 8 horas solamente dos veces: el 3 de junio y el 25 de agosto de 2021, y la ciudad no registró ninguna infracción del límite de contaminación por partículas en 24 horas.

Pero, según los datos de nuestros sensores, Cicero tuvo al menos nueve días este verano — seis días en junio y tres en julio — en los que los promedios de 24 horas fueron superiores al nivel diario de hollín de la EPA. Esas lecturas coincidieron con el humo que llegaba al Medio Oeste desde Canadá. Y hubo otros cuatro días en junio y julio en los que se registraron en promedio, lecturas de 24 horas cercanas al límite federal de 35 microgramos.

Entre nuestros hallazgos destacan:

  • La calidad del aire de Cicero es en ocasiones, mucho peor que la de otros barrios menos industrializados de Chicago. En promedio, dos de los sensores que instalamos en Cicero registraron lecturas de algo más de 18 PM₂.₅ cada día, en comparación con las 4.8 PM₂.₅ de un sensor similar instalado en la parte baja del lado oeste, y las 14 PM₂.₅ del Navy Pier. Las lecturas de Cicero eran casi idénticas a las de La Villita, que logró cerrar su planta de carbón en 2012.

  • En los días en los que la calidad del aire es especialmente mala, como durante los calurosos días de verano o en los días llenos de humo procedente de los incendios forestales canadienses, la contaminación del aire de Cicero es incluso peor que la de otras comunidades del condado de Cook, según muestran los datos. Los picos de contaminación ambiental pueden observarse alrededor del 4 de julio, que es común debido a los fuegos artificiales y las comidas al aire libre; a finales de junio y principios de julio, cerca del momento en que empeora el humo de los incendios forestales canadienses; y el 16 de julio y el 25 de julio, con las secuelas de los incendios forestales y los días particularmente calurosos, con temperaturas en los 90 grados.

  • Nuestro análisis de la red de sensores muestra que la EPA y un proyecto de seguimiento de la calidad del aire de Microsoft no registran la cantidad de días de mala contaminación atmosférica en Cicero. De agosto de 2022 a marzo de 2023, Microsoft supervisó activamente las lecturas de la calidad del aire en lugares cercanos antes de cerrar abruptamente el proyecto en todo Chicago. También tuvo un sensor en Cicero durante un breve periodo; de esas lecturas, el 55% de los días tuvieron lecturas promedio diarias superiores a 10 microgramos por metro cúbico, que la EPA ha propuesto como su nuevo límite máximo para las emisiones anuales. El sensor cercano de la EPA, que registra las lecturas de partículas cada seis días, mostró que sólo el 43% de los días superaba el estándar.

  • La calidad del aire de Cicero es una de las peores del condado de Cook, y durante las horas punta de la mañana y la tarde, así como los viernes, es particularmente malo. Aunque comparte una tendencia similar con la zona vecina de La Villita y cerca del lado norte, los aumentos de PM₂.₅ de Cicero fueron los mayores en todos los sensores. Se observaron lecturas comparativamente altas a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde en las horas punta, de 6 a 7 de la mañana y de 8 a 9 de la noche, y hubo un fuerte aumento de los niveles de PM₂.₅ los viernes en dos de nuestros sensores. La mayoría de las lecturas especialmente elevadas o atípicas, también se registraron los viernes.

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En respuesta a estos resultados, tanto la La Agencia de Protección Ambiental de Illinois como el Departamento de Medio Ambiente y Sostenibilidad (DES) del Condado de Cook, señalaron que la calidad del aire especialmente mala de este verano se debía principalmente a los incendios forestales de Canadá. Ambas agencias intensificaron sus mensajes de salud pública dirigidos a los residentes del condado y del estado. (Algunos residentes que recibieron las alertas del condado dijeron al Independiente que sólo estaban en inglés, no en español, y que no podían leerlas; el condado no respondió a nuestra petición de comentarios sobre esa queja). También señalaron varios programas de contaminación atmosférica recientemente financiados, procedentes de la ley federal American Rescue Plan Act.

Pero ambos organismos reconocieron la existencia de deficiencias en la vigilancia de la contaminación atmosférica a nivel local. La Red de Vigilancia del Aire Ambiente de Illinois, un conjunto de puntos de vigilancia de la calidad del aire en todo el estado exigidos por la Ley Federal de Aire Limpio, tiene dos ubicaciones en Cicero: una que vigila el ozono y los óxidos de nitrógeno, y otra para las partículas finas. La EPA de Illinois y el condado de Cook están trabajando para convertir estos monitores basados en filtros en monitores más potentes basados en el “método federal equivalente” o FEM, que pueden permitir la elaboración de informes en tiempo real y avisos de salud pública más oportunos.

No hay un calendario establecido para la conversión a los mejores monitores, dijo la EPA de Illinois, pero el “objetivo es convertirlos tan pronto como sea posible”.

Ray Hanania, portavoz de la ciudad de Cicero, no respondió a las peticiones que le hicimos para que comentara al respecto y cuando se lo planteamos en una reunión quincenal de la junta municipal, prometió responder a nuestras preguntas detalladas por escrito, pero nunca lo hizo. (Poco después de que solicitáramos comentarios a los funcionarios municipales, la junta anunció un sorteo gratuito de árboles para los residentes).

Después de revisar los datos, la Organización de Justicia Ambiental de La Villita o LVEJO, un grupo de justicia ambiental sin fines de lucro que presionó con éxito para cerrar la planta de carbón Crawford Power Plant en 2012, dijo que las lecturas “realmente destacan que tenemos la peor calidad del aire” en la región.

“Significa que nuestra comunidad es mayoritariamente ignorada”, dijo Jocelyn Vázquez, organizadora científica comunitaria de LVEJO, que utiliza monitores similares para rastrear la calidad del aire.

Los representantes de Amazon no respondieron específicamente a nuestras preguntas sobre la contaminación ambiental de Cicero, pero una portavoz, Kate Scarpa, hizo una declaración en la que afirmaba en parte, que Amazon está “comprometida a convertirse en una empresa aún más sostenible, y eso incluye cómo nos presentamos en los barrios donde viven nuestros clientes y trabajan nuestros empleados”. Amazon también señaló su despliegue de vehículos eléctricos de reparto, incluyendo cientos de camionetas eléctricas en Illinois, y una nueva estación de gas natural renovable que abrió en Chicago el año pasado.

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BNSF Railway, la mayor compañía ferroviaria de mercancías de Estados Unidos, respondió a nuestras investigaciones afirmando que se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% para 2030, y que va por buen camino durante este año.

También defendió el ferrocarril de carga llamándolo la forma “más limpia y respetuosa con el medio ambiente de transportar mercancías por tierra”, y dijo que no tenía control sobre los camiones utilizados para recoger contenedores en sus estaciones. Esos camiones, argumentan, los adquieren “terceros y están bajo su control”.

“A pesar de estas impresionantes cifras, BNSF continúa esforzándose por lograr más”, dijo BNSF en su declaración. “Invertimos en el desarrollo exploratorio de una locomotora eléctrica de batería. Compramos grúas y montacargas eléctricos para utilizar en nuestros patios de maniobras ferroviarias y estamos utilizando diésel renovable cuando se encuentra disponible”.

La larga historia de Cicero con los contaminadores industriales

Cicero ha sido una ciudad industrial desde su fundación y no hay planes de que cambie.

Desde principios del siglo 20, las fábricas y plantas de Cicero han producido de todo, desde estufas General Electric y sellos de goma hasta accesorios para tuberías de acero y preservadores de madera, explica Jojo Galván Mora, curador del Chicago History Museum que vivió en Cicero la mayor parte de su vida y ahora cursa un doctorado en Historia en la Universidad Northwestern. Como muchas ciudades industriales, Cicero creció rápidamente en la era industrial de los años veinte y atrajo a una considerable mano de obra inmigrante.

Pero Cicero también es una ciudad pequeña, no una metrópolis en expansión. Mide sólo dos millas por tres millas, desde 46th Court hasta Lombard Avenue y desde los Roosevelt y Pershing Roads.

“No éramos tan grandes. Cicero no era Calumet, Cicero no era el lado sureste”, dijo Mora. “Y no teníamos una geografía natural tan importante para la industria siderúrgica como la que tenía el sureste, con el río Calumet y el puerto del lago Michigan, que alimentaban la energía eléctrica y la infraestructura para los buques de carga, llevándoles la materia prima necesaria para convertir las cosas en acero”.

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Cicero también se sitúa a lo largo de uno de los corredores de transporte de mercancías de mayor volumen del país — el patio ferroviario de BNSF y Union Pacific —, una concurrida confluencia de líneas ferroviarias, la autopista Stevenson y el Chicago Sanitary & Ship Canal, que conecta los Grandes Lagos con el río Misisipi.

También hay otros tipos de industria. Chicago cerró la última de sus centrales eléctricas de carbón en 2012, pero desde entonces, los camiones de reparto y las instalaciones logísticas han brotado a lo largo del corredor de la Interestatal 55, ocupando terrenos antes vacíos.

En la pequeña superficie de Cicero también viven residentes en casas unifamiliares. Muchas son bungalows de ladrillo de poca altura y casas estilo rancho construidas en terrenos estrechos entre los años 1890 y 1950. Muchas de estas casas necesitan renovaciones y no están preparadas para soportar fuertes lluvias, como ocurrió con las inundaciones de Cicero a finales de junio y principios de julio que dejaron algunas casas con hasta 3 pies de agua en sus sótanos y dieron lugar a una declaración federal de catástrofe.

Cicero es una comunidad predominantemente inmigrante de cerca de 85,000 residentes; su composición demográfica atravesó un cambio dramático a partir de finales de la década de 1980, pasando de ser una comunidad mayoritariamente de habla checa a un enclave de inmigrantes mexicanos y centroamericanos de primera generación. Ahora es casi un 88% latina. A pesar de su reputación de “ciudad del ocaso” y refugio de mafiosos y delincuencia organizada, Cicero cuenta ahora también con una creciente población negra.

Pero debido a su cercanía a la industria, sus escasos espacios verdes, su numerosa población inmigrante y sus altos niveles de personas con bajos ingresos, Cicero está clasificada como “en desventaja” por el Consejo de Calidad Medioambiental. Eso significa que la mala calidad del aire tiene un efecto mucho mayor en Cicero que en otras comunidades. Además, la población más vulnerable de Cicero tiene más probabilidades de sufrir problemas de salud, según explicó Kolak, de la Universidad de Illinois.

En el caso de Cicero, sus habitantes son “a la vez vulnerables y están expuestos”, dijo Kolak.

Como señala la ciudad en su plan integral, aproximadamente el 25% del suelo de Cicero está destinado para el uso industrial. Se encuentra principalmente a lo largo de las zonas norte y sur de Cicero Avenue, el corredor industrial de 54th Avenue en Roosevelt Road y a lo largo y ancho de Ogden Avenue.

En ese plan financiado con fondos federales y estatales de 2017, Cicero expuso una visión ambiciosa para hacer crecer su sector industrial, que en ese momento tenía una tasa de vacantes del 5% de los terrenos disponibles. Para atraer instalaciones logísticas como Amazon, Cicero se basaría en el concepto de “desarrollo orientado a la carga”, agrupando a las empresas cerca de las estaciones ferroviarias y los trabajadores cualificados.

En ese mismo documento de 134 páginas, se incluyen comentarios de las sesiones de escucha de la ciudad, con varios residentes que señalaban la mala calidad del aire de la ciudad. Se cita a un participante anónimo: “Hay ciertas zonas de Cicero en las que el ruido y la contaminación atmosférica son significativos, zonas que necesitan ser de alta prioridad”.

Lo que la mala calidad del aire hace a la salud humana y lo que usted puede hacer al respecto

Los altos niveles de PM₂.₅ pueden ocasionar problemas de salud como son el asma, infarto al miocardio o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, también conocida como EPOC. Se calcula que el 5% de todas las muertes prematuras en Chicago pueden atribuirse a las PM₂.₅.

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No todo el mundo se ve afectado de la misma manera. Las personas embarazadas, los niños pequeños, los ancianos y las personas que hacen ejercicio al aire libre, tienen más probabilidades de verse afectados cuando los niveles de partículas son elevados.

Javier y Nathalie García-Solís, y su hijo de 2 años, “Jay-Jay”, viven en la casa familiar de la infancia de Javier, ubicada al sur de la 54th Avenue. La falta de parques en Cicero y su proximidad al transitado ferrocarril de mercancías les preocupan desde hace tiempo.

Pero ahora el flujo constante de semirremolques de carga a todas horas es una preocupación mayor. “Hay mucho tráfico a todas horas”, afirmó Nathalie. Ni Javier ni Nathalie tienen antecedentes familiares de asma, pero a su hijo le diagnosticaron asma de bebé, y frecuentemente empeora con los cambios de estación o cuando el índice de calidad del aire local, o ICA, se aproxima a niveles “moderados” o “poco saludables”.

A principios de mes, Jay-Jay acudió al pediatra después de que un goteo nasal se convirtiera rápidamente en silbidos y abundante mucosidad. Sus padres lo metieron en un baño caliente, con la llave del agua abierta, para despejarle las fosas nasales, y le dieron dos baños al día. Él también tiene un nebulizador, una pequeña máquina que convierte un medicamento líquido en una niebla para que se pueda inhalar.

Pero el nebulizador incomoda a Jay-Jay, así que lo encienden mientras duerme, con sus padres vigilándole en la oscuridad, durante media hora o más. Es un proceso agotador que se repite cada vez que empeora su asma.

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Judith Javier y Nathalie García-Solis, y su hijo de 2 años, "Jay-Jay", viven en South 54th Avenue. "Me mudaría si pudiera, pero ahora mismo no ganamos lo suficiente para hacerlo", dijo Nathalie. (Richie Requena para Cicero Independiente)

La familia García-Solís dirige su propio negocio, la venta de una mezcla de michelada sin alcohol llamada “Big Mich” en toda la región de Chicago, pero, incluso con el éxito del producto, no pueden permitirse trasladarse a un lugar con un aire más limpio.

“Me mudaría si pudiera, pero ahora mismo no ganamos lo suficiente”, afirma Nathalie.

Lo que puede usted puede hacer con respecto a la calidad del aire de Cicero

Según los expertos, hay varias formas de protegerse durante los periodos de mayor contaminación ambiental. Un primer paso importante es determinar si se pertenece a un “grupo de alto riesgo”, como son los enfermos crónicos de corazón o de pulmón o los diabéticos. Según la Asociación Americana del Pulmón, estos grupos deben tomar precauciones adicionales para protegerse en los días en que la calidad del aire sea mala, como reducir el tiempo que pasan al aire libre a menos de 30 minutos, llevar una mascarilla N95 o KN95 bien ajustada y, cuando estén en el interior, mantener puertas y ventanas cerradas y el aire acondicionado circulando.

Los gobiernos locales también pueden tomar medidas para mejorar la calidad del aire, como exigir un estudio de impacto ambiental para las nuevas empresas industriales o crear un plan local de control de la contaminación ambiental, que puede incluir límites de emisiones. Estados como California y Minnesota exigen la presentación de estudios de impacto ambiental a los gobiernos locales para determinados proyectos y empresas. En Minnesota, algunos proyectos también tienen que presentar un “análisis de riesgo de emisiones atmosféricas”, que revela los riesgos que una instalación podría tener para el aire de las comunidades de los alrededores.

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Por su parte, la ciudad de Cicero comenzó un programa de plantación de árboles y un proyecto financiado con fondos federales a principios de la década de 2000 para restaurar los terrenos baldíos o antiguos complejos industriales que requieren limpieza. Pero cuando preguntamos por los estudios de impacto ambiental realizados para las instalaciones de Amazon, la ciudad dijo que no tenía ninguno. Muchas comunidades, como la de Cicero, no tienen requisitos especiales de permisos o licencias para instalaciones como las de Amazon, y en otros lugares se está presionando para exigir a las empresas y a los gobiernos locales que creen nuevas reglamentaciones, instalen monitores de aire y publiquen sus resultados.

“El gobierno de Cicero siempre ha sido favorable a la industria. Y ese es uno de los principales atractivos de la ciudad”, afirmó Mora, de la Universidad Northwestern. “Pero, en cierto modo, también puede considerarse parte del problema. Ofrecemos trabajo a la gente, pero ¿a qué costo?”.

Este proyecto ha contado con el apoyo del Data Driven Reporting Project financiado por la Google News Initiative en colaboración con la Medill School de la Northwestern University; la Rita Allen Foundation, la Reva and David Logan Foundation; la Healthy Communities Foundation y el Donald W. Reynolds Journalism Institute de la Universidad de Missouri.

Reportaje y redacción de “El aire que respiramos”: por Richie Requena para Cicero Independiente y Luis Velázquez de Cicero Independiente. Análisis de datos por Karen Wang y Dillon Bergin de MuckRock y el Brown Institute for Media Innovation de la Universidad de Columbia. Instalación de sensores por Sanjin Ibrahimovic de MuckRock. Gráficos e ilustraciones de Brian Herrera para Cicero Independiente y MuckRock y Kelly Kauffman de MuckRock. Edición de Derek Kravitz, de MuckRock, y April Alonso, Irene Romulo y Luis Velázquez, de Cicero Independiente.

Translation to Spanish done by Gisela Orozco.